Letra LÁGRIMAS EN LA LLUVIA



Hoy la luna está en cuarto menguante,
o tal vez es cosa de la contaminación… 
no sé...
Cuéntame qué ves tú, adelante.
O mejor… 
vámonos juntos con la imaginación,
¿ok?

Tumbémonos en ella.
Pidamos deseos a las estrellas.
Paremos el tiempo.
Mandemos mensajes en botellas,
quizá alguien nos comprenda 
más allá de aquella 
constelación...

Vayámonos sin dejar rastro,
pero dejando huella
junto a la de Neil Amstrong.
Disfrutemos el momento
y olvidemos los lamentos.
Recorramos la galaxia
sin ninguna preocupación,
¿ey?

Es un buen plan, 
¿verdad?
Mejor que ir de flor en flor,
o de bar en bar,
ir de astro en astro.
Uhm, en realidad no… 
Por eso estoy solo
contemplando y añorando el firmamento...

desde que el corazón
ganó a la razón
en su último duelo:
aquel en el que una mujer me ofreció el cielo:
Me dejé llevar y elevar 
por las alturas
y mi alma se llenó de fracturas
al chocar contra el suelo.

Y entre esta y otras tantas penas,
nada me llena (cielos…) 
Huelo el miedo 
y suelo tener 
hielo en las venas.
De las rompecorazones
y las calientapollas,
de sus lagrimas de cocodrilo
y su risa de hiena.

He arriesgado y he perdido,
he aprendido
que quedan pocas personas buenas,
por lo que a cuanta más gente conozco,
más me quiero a mí mismo.
Y el amor propio 
es el que más merece la pena.

Aunque ya poco me consuela,
supongo
que la música que suena 
en mi cadena
y la que yo compongo.
De los problemas,
apenas me repongo,
solo pongo
buena cara y a otro tema…  (otro tema)

Y otro tema más
de este pobre diablo enajenado… 
Por un tiempo he marginado
mis versículos,
aunque nunca me he imaginado
vivir sin el vínculo 
que tengo con la música. (ahh)

Pero estoy enojado
conmigo mismo, ¿¡vale!?
A mi corazón le han rajado
aurículas y ventrículos
y le han manejado
como un muñeco de ventrílocuo,
¡por eso estoy jodido
y he perdido mis modales!

He perdido la esperanza tantas veces,
que hasta me parece
que el verde de mis ojos se desvanece.
Y más que sufrir engaños,
perder la confianza en esa persona
es lo que hace daño. (y no)

Y no, no quiero los ánimos que me ofrece,
si me compadece,
no verá mis lágrimas
(no las merece).
No hay mal que dure cien años… 
excepto este,
que perdurará en mis versos inmortales.

Y da igual que la gente rece,
como Kirk Cameron,
pues 'los problemas crecen'.
Dejamos de ser chavales
cuando cambiamos
festivales y jolgorios
por tanatorios y hospitales,

cuando responsabilidades
y dificultades aparecen… 
Yo, a veces me evado
tumbado en mi diván,
asesorado por mis psicólogos privados:
Milan Kundera, Charles Bukowski,
Hermann Hesse y Khalil Gibran.

Los sentimientos van
y vienen, ¿quién los retiene?,
si únicamente están 
de paso en nuestra mente.
Algunos duran más
de lo que nos conviene.
Algunos los puede dejar atrás 
solamente la muerte… 

Yo me he llevado golpes duros,
me han dado golpes bajos… 
y me he hecho más fuerte.
Pues no he tenido más cojones
que echarle cojones,
pues nunca he tenido
golpes de suerte.

Y aunque soy preso de la libertad,
odio el amor,
si solo me acompaña la soledad.
Sueño con otra realidad.
Esta vida me mata… 
ya solo me llena este vacío existencial.

Uhm. Tal vez no cojas mi ironía,
o quizás,
sea tan previsible,
que me cojas manía.
Mitad genio,
mitad ingenuo,
quizá mi ingenio
tenga fecha de caducidad… 

Y es una lástima
que no pase lo mismo con los recuerdos,
porque pasamos página,
pero las lágrimas
se siguen derramando por dentro.

“Y a Dios le pido
que si me muero sea de amor…“
pero que sea rápido y sin dolor.
Y es que no olvido
a la única persona que he querido… 
que he querido odiar,
más no he podido.

¿Y qué ha sido 
de todo lo que dijimos
y sentimos?
¿En qué recóndito lugar se ha perdido?
¿Allí donde ha ido
todo su cariño fingido
y todos mis deseos reprimidos?

¿Y puede que yo siga 
por las nubes
y los pájaros de mi cabeza
nunca abandonen el nido?
Que Dios bendiga
a este ateo que mendiga
un poco de fe
y que le diga que
persiga 
otros objetivos.


Y así, 
mientras unos renuevan el móvil,
yo hago lo propio con las ilusiones.
He desistido… ya… 
Ya no le pido
explicaciones a Cupido,
sino la hoja de reclamaciones.

Que ya estoy cansado por tantas agujetas
en las sienes, de pensar y pensar… 
aunque en el fondo mi alma de poeta
quiere verme sufrir para escribir
canciones y canciones… que se perderán

en el tiempo, 
como lágrimas en la lluvia,
uhm, redundante alegoría:
pues son los ángeles que lloran
por no tener sexo… 
pero no sé si de tristeza o alegría.

Maldita empatía
que se olvida de mí
y solo me hace pensar en ti,
maldito el día
en que decidí ser abstemio… 
y es que no se pueden olvidar las penas
bebiendo 'Nestie'.

Y yo sigo aquí con mi condena,
esperando a que me invite a una cena 
San Valentín.
Qué menos, por haber cambiado el término
'detallista' por 'materialista',
una faena… 

pues todas prefieren anillos, cadenas
y joyas… 
a un poema,
en fin,
que he probado con el corazón y la cabeza
y no ha funcionado.
Al final va a resultar que lo ideal 
es pensar con la polla… 

Y si echo un polvo
seguiré echo polvo,
pero acabo por volver a morder ese anzuelo:
quise besar sus labios, 
morder su cuello,
y acabo besando el suelo, 
mordiendo el polvo… 

Y así vivo mi propio Halloween,
saco mi lado más granuja
y mis sentimientos se disfrazan,
cuando salgo de caza… 
de brujas.
Pido truco o trato,
pero solo me dan calabazas… 

Vaya postal, ¿eh?
y qué desolador paisaje… 
pero yo no difumino la realidad,
y no oculto la verdad con maquillaje:
sé que el verdadero encanto se esconde
en la naturalidad,

e intento
lograr estabilidad emocional,
siento que la llevo dentro
y no está en esos 'te quiero'
que se los lleva el viento,
lo siento, pero
ya me han contado muchos cuentos… 

Y aquí,
las hadas pegan puñaladas por la espalda,
la princesa no besó a la rana
porque tuvo un desliz,
Caperucita empujó al lobo al río
por líos de falda
y Pinocho, no ve la punta de su nariz… 

Solo a quien la ingenuidad le respalda
puede soñar con un final feliz,
a pesar, 
de que hay quien no tiene ni principios… 
muy pocos se salvan.

Yo he llegado a pensar
que hay quien le han de sobrar
los amigos de verdad
para darte la patada con tanta facilidad.
La bondad es el don más preciado,
y la sinceridad,
lo más cotizado en una amistad.

Y ante el rechazo y los falsos abrazos,
pude tenerla en mi regazo
siendo un hijo de puta.
Pero yo voy con la verdad por delante,
la dignidad y humildad bajo el brazo
y mi conciencia impoluta… 

Sí.
Y mi conciencia impoluta,
¿puedes decir lo mismo tú?

Dani Martínez,
2012,
LÁGRIMAS EN LA LLUVIA.